En el mundo sexual existen tantas opciones como personas, pues cada una tiene gustos y necesidades que pueden ser cubiertas por otro al que le plazca realizar este tipo de actividades.
Pues bien, dentro de este amplio concepto, se debe tener en cuenta a las personas que sufren alguna discapacidad física o psicológica que les impide tener relaciones sexuales como las conocemos que también tienen derecho a sentir placer y para ello, se requiere la intervención de un asistente sexual.
Asistentes sexuales y su labor ¿Cómo se realiza?
Un asistente sexual es una persona que ayuda a aquellos que tienen dificultad o imposibilidad para tener un contacto erótico ya sea consigo mismo o con otros, particularmente los que tienen diversidad funcional.
A través de diferentes sesiones la asistente sexual enseña a las personas a reencontrarse con las sensaciones que implican el desarrollo del placer y que no siempre están centradas en la genitalidad, ni en el acto coital, de esta forma ayuda a que ese ser humano comprenda que puede tener una vida sexual placentera más allá de su discapacidad física o psicológica.
En algunos países como Holanda, Suiza, Dinamarca, Holanda y Alemania la asistencia sexual se considera incluso un servicio a la salud y está cobijado dentro del régimen de sanidad de acuerdo a las especificaciones gubernamentales.
Las asistentes sexuales son contratadas en general por los familiares o pareja de la persona discapacitada, esto particularmente para que aprenda a controlar su sexualidad que digamos, requiere cierto conocimiento particular y también se pueden ayudar de juguetes sexuales.
Imagina que una persona tiene una pareja que queda en silla de ruedas y tal vez no pueda tener una erección. Bueno, la sexualidad también forma parte de esta pareja. Ahí es cuando una asistente sexual puede pasar a explicar a esta pareja como tener una relación placentera.
Ahora imagina que es un hombre o una mujer, solteros que tienen alguna discapacidad física, por ejemplo, no tienen brazos, pero desean tener un día con una compañía especial o simplemente como cualquier persona que no tenga ninguna discapacidad desean contratar los servicios de alguien para tener sexo. Entonces, llaman a una asistente sexual que sepa realmente manejar este tipo de situaciones que requieren una atención especial.
Es importante conocerse antes
Las personas que contratan el servicio de una asistente sexual saben que algunas de ellas se dedican particularmente a dar placer a personas que están discapacitadas física o mentalmente. Es por ello que se realiza una cita previa para que tanto los familiares como la asistente y su “paciente” se conozcan.
Es un paso primordial, pues es entendible que las personas con discapacidad en ocasiones deben ser asistidas para poder tener estas relaciones particulares, a veces por más de una persona, dependiendo de su movilidad, por ello, son necesarios acuerdos previos al respecto.
Nada del otro mundo, todas las personas tienen derecho a vivir la experiencia de dar y recibir placer y algunos tienen requerimientos especiales que pueden ser cubiertos por una asistente sexual, así que si necesitas de estos servicios, no dudes en preguntarnos, te indicaremos como ponerte en contacto con asistentes sexuales expertas en prestar un excelente servicio a quienes lo necesiten.